En ajedrez se dice que el jaque mate más rápido posible surge después de nada más que dos jugadas y se conoce como mate del loco. A diferencia del mate del pastor, hay que ser muy descuidado para consentir ese mate. De hecho, exige una secuencia exacta de juego complaciente por parte del vencido; es lo que en el mundo del problema se llama «mate de ayuda«: un jugador ayuda al otro a dar jaque mate.
La partida se ha abierto abruptamente. De las cloacas del estado ha surgido un personaje que según lo publicado y lo que no, mantiene en un sin vivir, dicen, a muchos de los prebostes de la nación. Políticos, empresarios, periodistas y demás personajes de relevancia, anuncian los “boca-oreja”, viven sin vivir en ellos pendientes de los “teras” de Villarejo desde el día que lo detuvieron y mandaron a prisión.
El hecho de estar bajo secreto de sumario en la Audiencia Nacional ha hecho que hasta la fecha nada se conozca de tal cantidad de archivos encriptados que disciplinadamente el ex-comisario habría grabado y guardado de todo aquel que a él se acercara en busca, digámoslo así, de ayuda.
Todo está pendiente. Todo menos lo concerniente al Rey emérito que sorprendentemente ha saltado a primera línea desde dos medios digitales, nadie crea que elegidos al azar pues su razón de ser tienen.
La ya famosa Corinna transformada en Mata Hari ha puesto en guardia a la nación, pero sobre todo al emérito que hasta la fecha, salvo casos aislados como la famosa cacería de Botswana, se había mantenido a salvo de ataques y acusaciones.
Probablemente sea cierto que el preso quiera mandar un mensaje a navegantes, pues esa condición, la de preso, le incomoda, y eso que como dicen quienes le conocen es un hombre duro y rudo. Pero estar preso debe ser otra cosa. Por cierto sus cercanos ya anuncian segunda parte.
Sin embargo las famosa cintas de Corinna ya forman parte de un sumario nuevo y están en manos del Juzgado de Instrucción numero 6 de la Audiencia Nacional. Su futuro ya es judicial y si alguna intención perseguía el ex-comisario me temo que en estas condiciones le será más difícil maniobrar.
Pero teniendo relevancia las citadas conversaciones lo que sí hacen es dar alas, no esperadas, a quienes buscan aniquilar para siempre la monarquía, sus representantes y lo que representa.
Contrario a lo que pudiera parecer, destruir un país o simplemente herirlo de muerte no se logra con una guerra sino destruyendo valores, principios e instituciones y en esto último están independentistas, secesionistas y como no populistas.
Puede que nadie se haya fijado pero durante largo tiempo la Monarquía fue calificada como garante de la unión de España, por eso mismo, si yo fuera parte de cualquiera de los tres grupos mencionados anteriormente, atacaría a la monarquía a la cabeza y creo que en eso están.
Este ataque que comenzó como un jaque al Rey mediante un intento del mate del loco por parte de la izquierda radical, creyendo que el contrario no lo vería venir y sería fácil de conseguir, estaba condenado a morir pero ha encontrando en el secesionismo y el independentismo unos aliados estratégicos magníficos.
Han forjado un grupo salvaje dispuesto, no nos equivoquemos, a destruir España y para ello han decidido empezar por desmontar sus símbolos. Cuando más afanados se encontraban en el ataque llegaron las famosas cintas de Corinna que ponían, no ya en entredicho, en situación de alta sospecha al emérito y que les daba alas para reclamar comisiones parlamentarias, investigaciones y por poco un nuevo Ekaterinburgo.
Es cierto que en los últimos tiempos, entre unos y otros, la casa real parece tener los enemigos, o los aliados de los enemigos, dentro.
Los últimos sucesos no están resultando muy edificantes. El caso de Iñaki y Cristina, la separación “de facto” entre Juan Carlos y la reina Sofía, la prepotencia de Letizia y su evidente mala relación con la reina Sofía y ahora esto que por lo que se ve solo ha comenzado.
Mientras, el pobre Felipe VI ha de aguantar la institución como puede y gracias a la familia no pareciera que le fuera tarea fácil. Aquel que crea que soy monárquico se equivoca pero tengo respeto por las instituciones de mi país porque sé lo que España se juega si las deja caer.
Este país ya ha permitido que cierta gente llegue demasiado lejos y le falte el respeto a muchas instituciones públicas: La policía, que se ve sometida a insultos y ataques cada vez que tiene que contener masas enloquecidas. La justicia, cuando ha de aguantar que la calle cargue contra sus sentencias y trate de presionar para que cambien resoluciones. El Congreso, que se ha convertido en una especie de feria que devalúa constantemente a quienes en el habitan. La presidencia, que más parece un cargo adictivo donde él que está no se quiere ir y el que lo desea lo hace al precio que sea…Un país, un circo.
Pero hasta el momento Felipe VI no ha hecho otra cosa que regir magníficamente en aquello en que la Constitución le admite que rija. Su discurso televisado del 3 de Octubre pasado fue impecable y dejó las cosas en su sitio, pero levantó los odios de quienes quieren mal a España y desde entonces no se lo han perdonado y no hay día que no le ataquen con saña de una u otra manera.
Pero estos jugadores de ventaja nacionalpopulistas y secesionistas que creyeron en el mate del loco, el mate en dos jugadas, como la forma facial de batir al Felipe VI no se percataron que este Rey está aquí para quedarse mientras así lo quieran los españoles y para ello, desde el comienzo de la partida, el Rey les lleva ventaja. La Defensa India del Rey es una de las más agudas, complejas y populares defensas a la hora de enfrentarse a la apertura del peón dama, y en ello, amigos míos, creo que está su majestad
Pues eso