Una noticia del diario Expansión del 20 de mayo de 2017 apenas si tuvo notoriedad salvo en círculos financieros. La noticia rezaba así: “El proceso de venta de Banco Popular va tomando forma. Santander y BBVA han dado un paso mas y han contratado a Citi y Rothschild, respectivamente, para asesorarse en la operación de compra del Banco Popular…Tanto Santander como BBVA prefirieron no hacer comentarios respecto a las entidades contratadas”.
Se preguntará el lector a que viene comenzar así un post sobre Rothschild, me explicaré. Todo viene por el hecho del apellido Rothschild como sinónimo de banquero, de poder financiero y de especulación mundial. Si uno, guiado tan solo por la curiosidad, hace una mínima búsqueda en Google y coloca dos de los tres nombres -Santander y Rothschild- comprobará que los vínculos entre los bancos son enormes.
Según la mayoría de la información y el comentario general pareciera que la familia Rothschild controla, como mínimo, al gran banco español, el Banco Santander.
El Banco de Santander forma parte del Grupo Inter-Alpha controlado por los Rothschild, El Grupo Inter-Alpha es un selecto club de bancos privados, principalmente europeos, erigido en 1971 y al mando del cual esta la Familia Rothschild. El Inter-Alpha no es una asociación de autoayuda espiritual ni de beneficencia popular, muy al contrario. Es el responsable, junto a los bancos centrales, de la transferencia masiva de dinero, desde la renta del trabajo hasta la renta de las finanzas, en Europa Occidental.
Pero Inter-Alpha también es uno de los desarrolladores de las crisis geoeconómicas-financieras y políticas en el continente. En otras palabras, gran parte del decrecimiento económico de la clase media en Europa puede que se deba a la ingeniería que ejecuta este grupo.
Asumiendo esto como verdad, dejo a la imaginación del lector el sacar sus propias conclusiones sobre lo acontecido en el tema del Banco Popular. Siempre he pensado que en cuestiones como estas “la mano que mece la cuna” nunca es visible y no siempre esta del todo clara, así como los intereses que hay por medio tampoco y puede que nunca se sepan. Pero el hecho esta ahí, el Santander aconsejado por Rothschild se quedo con el Popular y un vez comprado Rothschild se quedo con el jefe de banca privada en Cataluña del Popular. Bueno, las casualidades también existen.
Mas allá de esto, los Rothschild son la tercera pata del grupo del que se dice controla el Mundo mediante el Deep State, el Estado en la Sombra, del que he hablado en posts anteriores (Soros, La Casa de Saud y los Rothschild)
Son una familia de judíos jázaros sionistas que se ha sabido infiltrar e instalar en la aristocracia británica desde las guerras napoleónicas gracias a Nathan, tercero de los cinco hijos de Mayer Amschel Rothschild, segunda generación de la dinastía banquera Rothschild y forjador de la fortuna de la familia.
Para entender el espíritu que hay tras “la Familia” quizás resulte esclarecedor conocer como fueron sus comienzos. Nathan Rothschild era un judío salido de un gueto de Hamburgo al que sus hechos fácilmente podrían equipararlo a Richelieu y Robespierre como uno de los tres personajes que aniquilaron a la vieja aristocracia europea que creó un nuevo orden social al elevar a estatus de poder los bonos gubernamentales.
A caballo entre la leyenda y la realidad, cuenta la historia que Nathan fue un espectador privilegiado de la batalla de Waterloo en la que se enfrentaron 67 mil soldados británicos, holandeses y alemanes comandados por el Duque de Wellington contra igual número de soldados franceses dirigidos por Napoleón.
Inmediatamente tras ser derrotado Napoleón, Rothschild utilizó un complejo sistema de palomas mensajeras que cubrió en pocas horas los 362 Km. de distancia que separan Waterloo y Londres.
Gracias a este sistema los Rothschild fueron los primeros londinenses en conocer la decisiva noticia y, rápidamente, sacaron partido de ello, pues vendieron de forma compulsiva sus Bonos del Estado Británico a precios dispares haciendo creer al resto del mercado que Inglaterra había perdido la trascendental batalla. El resultado fue el hundimiento de la London Stock Exchange.
Sin embargo, y antes de que se descubriera la verdad, los Rothschild compraron de nuevo en secreto cantidades masivas de esos mismos Bonos del Estado a precios irrisorios. Al llegar la noticia de la victoria de Wellington, los precios se dispararon y la especulación les generó una ganancia entre 20 y 35 millones de libras
Mas allá de la historia, y volviendo a la actualidad, de lo que no cabe duda es que uno de los bancos que más ha crecido en el mundo de forma continua y de manera exponencial en los últimos años es el Banco Santander. Desde el año 2000, su capital se ha ampliado constantemente hasta convertirse en una, sino la, joya de la corona de la banca europea, ubicándose en la actualidad, probablemente, como el segundo banco privado europeo mejor posicionado a nivel internacional por su capitalización bursátil, por detrás del HBSC.
Su actual presidenta por defunción de su padre, Ana Patricia Botín-Sanz de Sautuola O’Shea, se sumó al Grupo Santander en 1988. “Después de ocho años en banca corporativa y de inversión en JP Morgan”. La Banca JP Morgan se asoció a los Rothschild a fines del siglo XIX y pasó a ser uno de los clanes integrantes de la superestructura del Poder Mundial pero, según el comentario general, siempre teniendo a los Rothschild como referencia principal.
En este contexto, quizás viene al caso señalar que el banco donde trabajó durante ocho años Ana Botín, el JP Morgan Chase, fue penalizado en los Estados Unidos con el pago dos mil seiscientos millones de dólares por haberse beneficiado por el esquema Madoff. Esta vez la especulación no salió perfecta, pero qué más da, ¿a quien le importa perder dos mil seiscientos millones?
Pues eso