Comienza una carrera electoral trufada por las deslealtades continuas de Sánchez y su gobierno y por la falta de gestión útil con la que avalarse ante los ciudadanos. Franco y el Valle de los Caídos ha sido el único argumento que presenta este nuevo socialismo sanchista, eternamente en funciones, que convive con la mentira en bucle del CIS y al que este le predice una victoria aplastante. Pero ¿realmente es posible?
Me temo que la esperanza de que las cosas cambien a mejor se verá frustrada el 10N. Aquellos que entre los 36 millones de ciudadanos españoles que estamos llamados a las urnas, esperan un cambio drástico que por fin ponga a trabajar a un gobierno no verán cumplido su deseo. O mucho me equivoco o lamentablemente este parchís electoral nos va a devolver a la casilla de inicio.
Cuatro elecciones en cuatro años hablan por si solas del fracaso de la política en España. Esta de ahora es otra de esas elecciones decididas en base a la estrategia de marketing de Sánchez con la que pretendía asegurarse el sillón, pero al que ese tiro puede salirle por la culata. Y es que en décadas de democracia jamás se nos pidió votar tanto ni tan seguido por un presidente cuyos únicos valores son el postureo, sus andares y las fotos, muchas fotos
Llegan estas elecciones con la Política con mayúscula, esa capaz de organizar el buen funcionamiento del país, siendo desplazada por la política con minúscula, esa obsesionada por obtener y por preservar el poder a cualquier precio y centrada en el cortoplacismo.
En total, 36.893.976 ciudadanos estamos llamados a votar, entre los que habrá mas de un millón de jóvenes que podrán emitir su voto por primera o segunda vez y los mas de 2 millones de residentes españoles que pueden votar en el extranjero. La España interior y exterior, acude a las urnas en unas elecciones generales marcadas por la incertidumbre y la división, con un final abierto, difícil de predecir en un escenario de escasas certezas de cara a la formación del gobierno.
Pero la pregunta surge, ante la visión sobrecogedora promulgada por el estómago agradecido al mando del CIS: ¿Será verdad lo que dice el CIS?
Son muchos los que aun no han valorado en su justa medida la capacidad de resistencia de Sánchez y mucho menos la perfecta organización de su comunicación y marketing y que algunos menosprecian pero que, sin duda, da resultado.
Sánchez aguanta en los sondeos no solo porque una buena parte de su voto le permanece fiel sino además porque por un lado recupera algo del voto que se le fue a C´s y por otro tragándose de un bocado a Iglesias y sus podemitas en franco derrumbe.
Este país nuestro, creo que ya lo he dicho en alguna ocasión, tiene la cartera a la derecha y el corazón a la izquierda y dependiendo de lo que prima en un momento u otro así vota. Sánchez lo sabía y por eso Franco y el Valle de los Caídos eran importantes. En otras circunstancias menos electorales la tumba seguiría llena.
Sánchez con Franco ha llamado al voto a la izquierda rancia y solo falta por saber si le ha dado resultado la añagaza. Pero con lo que no contaba Sánchez es con hacer el papel tan melifluo que ha hecho en el tema catalán. La crisis independentista y las escenas de violencia extrema de Barcelona, así como la crítica continua de las Fuerzas de Seguridad y Mossos por su laxitud en el tema han debido hacer daño y mucho en la intención de voto, pero eso no lo ha medido, oh casualidad, la cocina del CIS de Tezanos.
A pesar de eso querido lector no se haga ilusiones porque Sánchez ganará las elecciones y me aventuro a decir que sus escaños estarán entre los 115 y 120 diputados.
Casado está siguiendo quizás la estrategia mas inteligente, la del silencio táctico, dejando que el resto se muela a palos o caiga en sus propias trampas y probablemente esté a un debate de los 100 diputados. No son pocos los sondeos que últimamente le dan un resultado por encima de la centena y si no mete la pata, o se la meten, puede incluso llegar a esos 103 soñados.
Pero todo es posible en este partido que, en los momentos clave, suele prever mal el desarrollo de su campaña. El PP en cualquier caso está produciendo una buena recuperación de terreno que, ¿por qué no?, podría llevarle a llegar incluso mas lejos de su ambición. Pero la gran pregunta es ¿Serán capaces de hacer las cosas bien los próximos días?
A Rivera se le ve desesperado, inquieto y empieza a sacar los pies del plato con videos como ese de los chorizos que se ha sacado de la manga. Como argumento pone a pasear la manida acusación de corrupción de quienes son sus socios de gobierno en no pocas comunidades, socios de corruptos, ironías del desesperado que ve venir su descalabro. Mala consejera es la desesperación, te lleva al vale todo y te ven el plumero.
Por si fuera poco, hace tiempo que Rivera declaró acabada la cuarentena que le tenía puesta al PSOE y eso mas que ayudarle le ha puesto en evidencia por su falta de escrúpulos a la hora de pactar con quien sea con tal de llegar y eso a todas luces se suele castigar en las urnas. Tanto que probablemente se quedará en el entorno de 18 a 20 escaños. Enorme caída para quien un día parecía esperanza.
Por su lado los populismos tanto de izquierda como de derecha caminan por caminos contrapuestos con resultados opuestos. Iglesias se hunde y su horquilla de voto probablemente estará entre los 33 y los 35 escaños mientras que Abascal y los suyos subirán hasta probablemente superar a Iglesias con entre 37 a 39 puestos en el Congreso.
Sea como fuere no cabe duda qué la izquierda se ha desnortado y que aquello que Sánchez buscaba con esta nueva convocatoria electoral, tras su periodo en funciones, parece que no se cumplirá.
España, en estas elecciones, va a demostrar que sigue siendo un puzzle político al mas puro estilo italiano. Cada vez son mas los partidos que se van por encima de los 10 escaños en las generales y eso hace que por mas elecciones que se produzcan, estas no resuelvan nuestro futuro.
Van a ser una vez mas unas elecciones previsibles y sin futuro.
Pues eso
realpolitics 