
Primero fue una campaña de desestabilización en Moldavia, mas tarde el envenenamiento de un traficante de armas en Bulgaria y luego un golpe frustrado en Montenegro.
El año pasado, un exagente doble, Sergéi Skripal, que supuestamente aún colaboraba con los espías ingleses fue envenenado el 4 de marzo en Salisbury junto con su hija. Fueron hallados inconscientes en un banco público. El Gobierno inglés identificó el veneno como el agente nervioso Novichok, de fabricación rusa, y expulsó del país a 23 diplomáticos rusos.
Las fuerzas de seguridad occidentales han concluido que estas operaciones, y muchas otras, son parte de una campaña coordinada y en curso para desestabilizar a Europa, ejecutada por una unidad de élite dentro del sistema de inteligencia ruso experto en subversión, sabotaje y asesinato. Es el grupo conocido como Unidad 29155.
Tal es el secreto con que han venido actuando que esta unidad ha funcionado durante al menos una década, pero los servicios de inteligencia occidentales solo lo descubrieron recientemente. Estos servicios de cuatro países occidentales dicen que no está claro con qué frecuencia se moviliza la unidad pero advierten que es imposible saber cuándo y dónde atacarán sus operativos.
Cuando se habla de espías rusos la gran mayoría tiende a relacionar a quienes desarrollan ese tipo de actividades con un viejo estereotipo cinematográfico. Muchos aún creen que la temida KGB existe y desarrolla esas actividades solo en las callejuelas de Praga o en las plazas de París.
Parece ser que la realidad no puede ser más diferente, pues hoy por hoy los rusos están en cualquier parte del mundo, especialmente en América Latina. Y pocos hoy saben que Rusia está a la vanguardia del espionaje mundial y más activa que nunca.
En España ahora sabemos que este grupo 29155, de la inteligencia militar rusa habría lanzado ataques informáticos en los días previos a la celebración del referéndum del 1-O. Los investigadores sospechan que esos miembros del denominado Grupo del Departamento Central de Inteligencia (GRU) -espionaje militar- tenían conexión con los hackers rusos que contribuyeron a mantener activas páginas webs el día de la consulta ilegal.
Finalmente la Audiencia Nacional ha abierto una investigación “ad hoc” para determinar la actividad en España de este grupo y su intervención en Cataluña. Mas allá de esto la intensa actividad en Europa de la Unidad 29155 subraya el grado en que el presidente ruso, Vladimir V. Putin, está interesado activamente en Occidente.
Con su marca de guerra híbrida, una mezcla de propaganda, ataques de piratería y desinformación, así como una confrontación militar abierta, este antiguo espía del KGB metido a presidente de Rusia ha decidido tomar parte en la desestabilización de EEUU, Europa y Latinoamérica principalmente.
Como suele suceder, en un mensaje de texto, Dmitri S. Peskov, portavoz de Putín, dirigió preguntas sobre la unidad 29155 al Ministerio de Defensa ruso. El ministerio no respondió a las solicitudes y como resultado, nada.
El espionaje ruso ya no están a cargo de oscuros agentes de gabardina armados de pistola, sino de especialistas en informática equipados con la tecnología mas sofisticada del mundo. La punta de lanza de esa estrategia es el Servicio Federal de Seguridad -SFS- uno de los servicios de espionaje que surgieron tras la desaparición de la KGB a comienzos de los años noventa, tras la caída de la Unión Soviética.
Desde hace una década el SFS desarrolló un agresivo programa de espionaje cibernético bajo el nombre clave Planeta.
Específicamente, el Centro de inteligencia radio-electrónica y medios de comunicación, conocido como Centro 16, maneja Planeta. Consiste en una compleja red mundial de servidores instalados por los agentes del SFS. Estos superordenadores tienen el nombre clave de Orbita y algunos se encuentran localizados en las residencias de los agentes o personal reclutado por la SFS. No obstante la gran mayoría están instalados en empresas comerciales de fachada absolutamente aséptica y generalmente en grandes centros comerciales.
La red de servidores tiene su propio software y hardware diseñados para ocultar y transmitir la información. En la actualidad parece que existen 15 de estos servidores distribuidos en todo el mundo; Estados Unidos, varios países de la Unión Europea, China, India y varios de América Latina como México, Venezuela, Argentina y Brasil.
Atrás quedaron los espías de gabardina y pistola. Hoy a Putin le interesa un mundo desequilibrado, desajustado y convulso. Cataluña es solo un pequeño ejemplo de hasta donde la actividad de este nuevo modelo del espionaje puede y quiere llegar.
Por nuestra parte, para enfrentarnos a ello tenemos al mando a Sánchez… Dios nos coja confesados.
Pues eso
Como supongo debéis saber este #FakeNews lo inicia el País y otros, ABC, El Periódico , Público , La Razón le siguen casualidad se deja de hablar de los EREs y por supuesto se apoyan en la web Bellingcat en la unidad 29155.
Bellingcat está financiado por la National Endowment for Democracy, que según su propio cofundador se creó para hacer abiertamente lo que la CIA había estado haciendo anteriormente encubiertamente, a saber, orquestar la gestión narrativa orientada a la eliminación de gobiernos que se niegan a cumplir con los intereses de Estados Unidos. NED es financiado directamente por el gobierno de los Estados Unidos, lo que significa que Bellingcat es financiado por el gobierno de los Estados Unidos a través de una organización creada para promover agendas de cambio de régimen imperialista. Bellingcat también está financiado por Open Society Foundations, otra operación de gestión narrativa.
https://situacionesdficilesblog.wordpress.com/2019/11/25/el-pais-fakenews-sobre-el-espia-ruso-en-cataluna/
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