
Sánchez y Redondo demuestran en cada “aló presidente” como copiar las frases de Kennedy para esas eternas arengas e intervenciones del funcionario monclovita en RTVE, pero claro Sánchez no es JFK, ni lo es ni lo será y por tanto es incapaz de ejercer su presidencia con la claridad de visión y capacidad de prevenir las crisis que tenia en americano.
No obstante Sánchez con un mínimo de anticipación e interés podría haber anticipado esta tragedia y haber impedido tantas miles de muertes injustas a manos del virus y por mor de la inconsciencia y el interés político.
En su primer libro Why England Slept publicado en 1940, Kennedy dejó claramente su creencia sobre la responsabilidad de los políticos y lo tarde que actuaban cuando se enfrentan a problemas de interés nacional. En ese pensamiento, John F. Kennedy, en un solo párrafo reflejó su visión sobre como los presidentes deberían actuar en su labor de vigilancia y anticipación a los problemas:
“Cualquier persona se despertará cuando la casa esté ardiendo. Lo que necesitamos es un guarda que se despierte cuando comience el incendio. Mejor aun, uno que no permita que comience ningún incendio”
Kennedy asumió, en su presidencia, ese papel de guarda para su país. Siempre quiso ser un presidente que estuviera en guardia permanente y con capacidad de anticipar problemas y soluciones: Un guardián a la puerta.
Nada que ver con Pedro Sánchez. Reaccionar tarde es algo que puede ocurrirle a la mayoría de políticos, no en vano son humanos, o eso dicen. Pero reaccionar tarde a sabiendas o lo que es peor ni siquiera haber visto venir la pandemia, probablemente sea hasta delito, el tiempo lo dirá.
Y es que este pésimo imitador de Kennedy estaba enterado de la llegada del virus a España desde Enero y apenas hizo caso e ignoró las advertencias de la UE para que hiciera acopio de material sanitario frente al coronavirus.
No consideró ni siquiera pertinente aprovechar la ventana de oportunidad que el 11 de Febrero le dío la OMS urgiéndole a comprar el equipamiento necesario para proteger a los sanitarios y que les permitieran afrontar un posible contagio masivo que lamentablemente se hizo realidad cuatro semanas después, a primeros de marzo.
Pero si mala fue la gestión de esa información anticipada de UE y OMS, peor fue la inconsciencia, creo que interesada, de la que tanto el medio económico estadounidense Bloomberg como el New York Times acusan a Sánchez y su gobierno.
Bloomberg escribía el martes de la semana pasada que «Lo peor es que el primer ministro (Sánchez) ignoró la crisis sanitaria que se desarrollaba en Italia y titubeó antes de imponer el tipo de medidas de cierre draconiano que podrían haber salvado miles de vidas».
Además Bloomberg ponía el foco en la «decisión más temeraria» de Sánchez: permitir la celebración de la multitudinaria manifestación del día de la Mujer en Madrid. «Más de 120.000 personas salieron a la calle aunque España ya tenía más de 500 casos confirmados».
Hasta el periódico más afín al PSOE, El País, sacudió a Sánchez y su gobierno socialcomunista y lo hizo a través de un articulo de opinión de Juan Luis Cebrián, que durante décadas fue uno de los mayores hinchas mediáticos, sino el mayor, del Partido Socialista.
El expresidente del Grupo PRISA y exdirector de El País fue muy duro con la gestión sanitaria por parte de los políticos, pero deslizó una gran crítica al Gobierno de Sánchez: “Ha reaccionado tarde y mal. Faltan camas hospitalarias, falta personal médico, faltan respiradores, y falta también transparencia en la información oficial. En nuestro caso los periodistas tienen incluso que soportar que sus preguntas al poder sean filtradas por el secretario de Comunicación de La Moncloa”
Cebrián dejó por los suelos al gobierno y a sus palmeros mediáticos que han venido alegando que esta situación era imprevisible: “El 24 de febrero la OMS declaró oficialmente la probabilidad de que nos encontráramos ante una pandemia. Pese a ello y a conocer la magnitud de la amenaza, ya hecha realidad con toda crudeza en varios países, apenas se tomaron medidas en la mayoría de los potenciales escenarios de propagación del virus. En nuestro caso se alentó la asistencia a las manifestaciones, sugiriendo durante días la oportunidad de mantener masivas celebraciones populares…y se minimizó la amenaza por parte de las autoridades, e incluso el funcionario todavía hoy al frente de las recomendaciones científicas osó decir entre sonrisas que no había un riesgo poblacional”
Seamos sinceros, ni para los suyos Sánchez es el guardián a la puerta de España. Es un mal innecesario rodeado de incompetentes o chupones interesados por mantenerse en el sillón, mientras el cruel virus riega de tragedias personales a un país que esta muy por encima de quien les gobierna.
Y lo peor es que están al mando y han de pilotar la salida de esta crisis y llevar a España hacia un futuro con garantías y todos sabemos como se las gastan los socialistas con esto de la economía, me remito a experiencias pasadas.
Dios nos coja confesados, porque si el coronavirus nos ha dejado maltrechos mucho me temo que este gobierno entierre nuestra economía y con ella las ilusiones de tantos.
Pero busquemos cierto optimismo, esta nación nuestra es tan grande que ni la incompetencia de quienes le dirigen será capaz de cargársela. Para eso estamos los ciudadanos que incluso cuando no había gobierno o estaba en funciones, salimos adelante para admiración del resto de Europa .
Así que querido lector “coraje”, pues como decía Churchill, “el coraje se estima como la primera de las cualidades humanas, porque es la que garantiza todas las demás” y de eso en España tenemos mucho
Pues eso