A pesar de lo sospechosos que les resultamos, gracias a Sánchez e Iglesias, la Unión Europea finalmente ha soltado 140.000 millones de euros para rescatar a España de la miseria post-Covid19 que nos amenazaba.
De ese dinero, 72.700 millones serán en ayudas directas, es decir sin prácticamente necesidad alguna de devolverlo, 72.700 millones de euros en manos de un gobierno socialista así ¿Qué puede salir mal?
En otro momento y en otras condiciones ni yo mismo le dejaría un euro a este gobierno, no me resultan de fiar, pero las condiciones en que Europa nos cede este capital para salir del problema son lo suficientemente duras como para que los españoles estemos más tranquilos.
Esta vez los socialistas tienen comités de vigilancia y auditores europeos que evitarán que el dinero de la Unión Europea vaya a emplearse para pagar los caprichos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Si conocerán los tejemanejes de los socio-populistas, el llamado “club de los países frugales” que el propio canciller austriaco, Sebastian Kurz, antes de comenzar las reuniones insistía en que “Es necesario analizar en qué se gasta el dinero, cómo se distribuye y a qué condiciones se debe vincular la ayuda”.
Y es que no andan desencaminados los presidentes nórdicos, ni tampoco los de Austria y Holanda a la hora de dar la voz de alarma sobre las posibles intenciones del Gobierno social comunista de España, sobre el posible destino de las ayudas comunitarias.
Y es que cómo no van a andar mosqueados estos dirigentes si no habían pasado 24 horas de la confirmación del acuerdo, cuando González Laya anunciaba un plan de cooperación de 1.700 millones para ayudar al desarrollo de algunos de los países afectados por el coronavirus. Vamos que no nos ha llegado un céntimo y ya estamos gastando lo que no tenemos. Socialismo en su más pura esencia.
Por si fuera poco, casi en el mismo momento del anuncio de Sánchez sobre el acuerdo, Iglesias saltaba como un resorte para ponerse una medalla y asegurar que la reforma laboral se derogaría.
Pero una cosa es hablar para la galería, con la inconsciencia con que lo hace el líder de Podemos y otra es la realidad. La realidad es que España recibirá el dinero, pero su entrega a partir de octubre está ligada a que el Gobierno presente proyectos en línea con lo acordado en la mesa de reuniones en Bruselas. El Gobierno ha de responder con propuestas sobre empleo, pensiones, educación e incluso sobre el modelo territorial.
Si con estas premisas Iglesias cree que va a mantener su famoso proyecto de gobierno bolivariano, va dado o es más tonto de lo que suponía. Las reformas del Gobierno español han de estar directamente relacionadas con las recomendaciones que periódicamente hace la Comisión Europea a cada país miembro. En concreto la última recomendación a España fue en mayo pasado y constaba de 30 indicaciones.
Para saber en que consisten, recomiendo la lectura del articulo de Vozpopuli del pasado 22 de Julio: https://www.vozpopuli.com/economia-y-finanzas/reformas-espana-ayudas-europeas_0_1375363659.html.
El pasado miércoles y tras el baño de aplausos programado por Moncloa a la llegada del “héroe de Bruselas”, filmado y emitido en redes sociales para mayor gloria del líder supremo, Sánchez volvió a comprobar en el Congreso cuáles son sus fuerzas reales. Y volvió a recibir el baño de realidad que se niega a admitir: sin la ayuda del PP y Ciudadanos está en minoría. Sus socios se empeñan en abandonarle a la mínima.
Mal empezaba la cosa pues los de casa tampoco quieren las hipótesis erráticas de su gobierno. Y es que el Pleno del Congreso tumbaba el documento con medidas sociales aprobado por la Comisión para la Reconstrucción del Covid-19. En este derrumbe ha jugado un papel determinante la ocurrencia de esa “genial” y “sencilla” ministra de Educación, Isabel Celaá, al quitar la financiación a la educación concertada.
Con Europa desconfiando y España mirándole de reojo no acabo de entender los motivos de Iglesias para tanta alegría. Este vicepresidente de coleta todavía no se ha dado cuenta de que lo que han hecho con nosotros es rescatarnos y ponernos hombres de negro que no vendrán, pero que teletrabajarán para asegurarse que cumplimos las condiciones impuestas por encima de los deseos de sobregasto de Podemos y su verborrea facilona.
Si por casualidad, Iglesias ha creído en algún momento que de los 72.700 millones le iban a caer por la cara alguno para forjarse la imagen de un nuevo Chávez o Bolívar o para, al menos, alzar un muro con concertinas alrededor de su dacha en Galapagar que le proteja de los “desalmados” vecinos que pasean pegados a su valla, se ha confundido de plano.
Europa nos va a hacer pagar caro las dudas que tiene sobre Zapatero 2, es decir Sánchez, y nos va a mirar con lupa esa tendencia de algunos a votar por opciones bolivarianas que acaban en coaliciones de gobierno poco fiables.
Malos tiempo y augurios se avecinan, rebrotes, rescate económico, desconfianza, hombres de negro… Sin embargo hay motivos para la esperanza y me baso en tres razones: Que España por fin se de cuenta de la inutilidad de este gobierno de coalición, que la Unión Europea le deje claro a Sánchez que con los caprichos de Iglesias no va a ningún sitio y que como efecto de esto se produzcan nuevas elecciones en las que el sentido común y el análisis real de nuestra situación nos traiga a los españoles un gobierno real que devuelva a nuestro país el crédito y la confianza mundial que un día tuvo.
Pues eso
Reblogueó esto en Ramrock's Blog.
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