Decía Quevedo: “Nadie ofrece tanto como el que no va a cumplir” y es verdad, este gobierno está dando cumplida fe de ello. Confieso que en el momento en que me pongo a escribir este post, estoy impresionado y defraudado por una noticia aparecida ayer miércoles y que veo que va a pasar casi inadvertida entre tantas de la prensa y los confidenciales.
Este gobierno ha confesado, con toda impunidad, que jamas existió aquel famoso comité de expertos que tanto clamamos todos, ciudadanos y medios, por conseguir que nos dijeran sus componentes durante la pandemia.
Aquel comité de expertos, del que Fernando Simón nunca quiso dar los nombres de sus supuestos once “técnicos” para “ahorrarles presión”. Un comité que según decía asesoraba al Gobierno para decidir las fases y la desescalada de las autonomías y las provincias.
Ahora resulta que el Ministerio de Sanidad reconoce en una respuesta oficial al Defensor del Pueblo que nunca existió tal comité, es decir que nos mintió a todos, nos engañó descaradamente durante todo el tiempo, a costa de un supuesto grupo que aconsejaba al gobierno sobre los pasos a dar. Ahora sabemos que es que no podía porque se lo habían inventado.
La dimensión exacta del hecho es tan profunda que creo que aún no se ha digerido adecuadamente, pero la realidad es que este Gobierno confiesa impunemente que nos ha mentido a los ciudadanos en medio de una pandemia que se ha llevado por el camino a más de 48.000 españoles, mientras aseguraba que tenía un comité de expertos que guiaba sus acciones por el bien de todos.
¡Por el bien de todos!. Es decir que mientras este Gobierno de impresentables veían morir a la gente, todavía tenían los santos huevos (con perdón) de mentirnos, de silenciarnos asegurando que existía una autoridad sanitaria superior que ha resultado inexistente, nos tranquilizaban mientras el virus masacraba a nuestros mayores. Puro chavismo madurísta, pura verborrea bananera.
Día sí día también, Sánchez, Illa, Simón, Montero y demás aparecían en su RTVE asegurando que sus acciones se guiaban por los criterios «de los expertos» y proclamaban que era un equipo versado en diversas áreas capaces de diseñar los planes de desescalada. Mentira, mentira de la peor clase, de esa que implica la muerte de otros por persistir en ella.
Mentían impunemente a un pueblo que moría sin ruido, abandonado en hospitales y residencias y que era enterrado en solitario, apenas con dos familiares y tras pasar un montón de días en pistas de hielo y morgues improvisadas sin siquiera poder velarlos.
Este Gobierno sanchez-comunista nos ha mentido y nos miente de forma continuada, sin consideración, sin pudor. Mienten descaradamente, de forma contumaz. Viven de la mentira, es consustancial a ellos, los rodea, los envuelve, los mantiene en el poder. Mentira y poder son los parámetros que los mueve y que los guía. Han mentido, mienten y seguirán mintiendo para perpetuarse en el poder, para no responsabilizarse de nada.
Pero esta mentira en medio de tan cruel devastación epidémica y con tal cantidad de inocentes muriendo se hace intragable, es impresentable. Nos mintieron durante la pandemia para ocultar su incapacidad, su ineptitud, su desprecio hacia la gente, hacia los ciudadanos y ahora lo admiten sin pestañear, como si su delito estuviera prescrito.
Su indignidad e ineptitud son tan grandes, como grande es el valor y la dignidad de esos sanitarios que con sus propios medios y con sus manos se enfrentaron y se enfrentan a ese monstruo viral, maloliente, de múltiples cabezas que esparce y vomita su ruina por los hospitales y las residencias.
Confieso que hoy la rabia y la ira me llena, me inunda y me rebela contra la ineptitud, la incapacidad y la mentira de un gobierno inútil que solo sabe mentir y engañar a su pueblo.
Entre concursos dudosos, cifras de fallecidos absurdas e imposibles, la negación de lo ocurrido el 8M, las sucesivas mentiras de Pablo Iglesias sobre su responsabilidad en el tema residencias, la no existencia verificada por ellos mismo del famoso comité de expertos , esta mentira duele demasiado por los que se han ido a costa de ella.
Esta mentira es la constatación de que este gobierno es peor que la pandemia y lo más cruel es que quiere perdurar y para ello ya se sabe la técnica que usaran, la mentira. La cruel y zafia mentira.
Pero llegado a este punto, permítame lector si me hago eco de un tuit de Pérez Reverte que público hace unos días y que hoy me parece una demoledora realidad. Decía Reverte: “El problema no es que alguien con poder sobre vidas y economías mienta. Todos lo hacen, tarde o temprano. El problema, grave, es cuando a demasiada gente no le importa en absoluto que les mientan”. Triste verdad.
Pues eso
Reblogueó esto en Ramrock's Blog.
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