«¡Es la economía, estúpido!» fue un eslogan puesto en marcha por James Carville, asesor de Bill Clinton, durante las elecciones presidenciales estadounidenses de 1992. Hasta ese momento, Clinton era gobernador de Arkansas mientras que su rival, George Bush padre, había conseguido un gran éxito al frente de la Casa Blanca en materia de política exterior.
Clinton supo aprovechar la coyuntura real del país en aquel momento. El equipo de campaña del demócrata forró su sede con mensajes económicos con lo que buscaba convencer al electorado de que la recesión estadounidense contaba con problemas económicos profundos. Apeló al bolsillo de los americanos y ganó. Bill Clinton se convirtió en el 42º presidente de los Estados Unidos.
Cada vez en España se muere menos por Covid, pero se arruinan más por el hundimiento de los pequeños negocios y la desaparición de los autónomos que son la base de nuestra economía.
Este gobierno que ha manejado a capricho de forma desastrosa el estado de alarma con el que se blindó, está condenando a la economía española a un hundimiento acelerado con cada movimiento que hace.
La última de sus ocurrencias la leo en el Boletín Oficial del Estado que publicó el pasado martes la “Ley de medidas urgentes de prevención, contención y coordinación para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19”, a través de la cual se hace obligatorio el uso de mascarilla en espacios abiertos y cerrados sin importar la distancia interpersonal, por ejemplo tomar el sol en las playas.
Es decir que los hoteleros y hosteleros de nuestras islas y costas quedan al albur de que a los turistas alemanes, franceses, ingleses les guste o no esta nueva moda de bronceado patrocinado por Sánchez y sus palmeros en la que el cuerpo queda tostado por nuestro sol a excepción del morro que, como hemos descubierto, a Sánchez le gusta blanco y con marcas de mascarilla. Veremos si, ante tantas “facilidades”, no le da al turismo por buscar destinos diferentes donde no gobiernen a golpe de estupidez. Crucemos los dedos.
Todo lo que hace este gobierno es un palo más en la rueda de la economía. Esta última estupidez es otra demostración de esto, y es que no falla, nada hacen, nada saben hacer y al que lo hace bien lo crucifican.
Esta y no otra cosa es este gobierno del que se ha descolgado su vicepresidente para encabezar la lista de Podemos en Madrid. Más allá de su intención de ganar las elecciones, Iglesias se ha tirado a degüello contra Ayuso, probablemente la única que ha entendido el eslogan de Clinton.
Por lo que se ve la izquierda regional madrileña no encuentra otro camino para vencer al centro derecha que el de siempre, cargarse la economía, aumentar el déficit, elevar el paro y criticar el trabajo bien hecho.
Si estará bien hecho el trabajo de gestión de Ayuso que hasta Oxford ha publicado un estudio que en esencia da la razón absoluta al concepto de equilibrio entre sanidad y economía que Ayuso ha utilizado en esta pandemia.
Para el que quiera puede leerlo (está en ingles) en la siguiente dirección digital: https://academic.oup.com/eurpub/article/31/1/12/6106197
Pero no, aunque lo ratificara el “sursuncorda”, la pertinaz y falaz izquierda urde día si día también argumentos contrarios al buen juicio y la buena gestión.
Esta gente no tiene más argumento que actuar contra Ayuso. Pero ellos siguen sin comité de expertos (quedo demostrado), ni apoyo de organismos internacionales, ni nadie les tomó en serio cuando al comienzo de la pandemia fueron a comprar material sanitario. Hoy, y nadie quiere decirlo, somos el primer escollo sospechoso en el reparto efectivo de los fondos de recuperación de la UE, no somos creíbles.
Ayuso mientras, ha tenido que lidiar contra la actitud contraria del gobierno de la nación, sea esto lo que sea, que además de proteger la salud de los ciudadanos protegió a la vez la salud económica de sus empresarios, evitando su ruina total. Mientras, cosas como la fiscalidad madrileña está en juego y se decidirá en las urnas el próximo 4 de mayo. El PSOE madrileño, Podemos y Mas Madrid quieren aumentar los impuestos e incluso imponerles nuevos como el Impuesto sobre el Patrimonio que actualmente no se aplica en esta Comunidad.
Y es que morir poco a poco de pobre con el negocio cerrado, pagando impuestos, sin ayudas y acudiendo a las colas del hambre para llevar alimento a los tuyos es igual o más duro que morir de Covid. Pero esto la izquierda no lo entiende, a ellos esto les sobra.
¡¡Es la economía estúpidos!! Hay que gritarles de nuevo. ¡¡Conducís a la miseria a este país, imbéciles!!
Entiendo que se vive muy confortable en el calor de la “dacha de Galapagar”, pero un consejo Pablo: Ni te acerques a Vallecas, no te quedan amigos y tus convecinos de antaño solo quieren verte y decirte un par de cosas, con razón.
¡Es la economía estúpidos! Y si no lo entendéis hacéroslo ver, vosotros y quien os vota, porque a no ser que actuéis como Maduro dando carnets de la patria a vuestros fieles dependientes para favorecerlos por encima del resto de ciudadanos, la buena gente de este país tendrá que reaccionar y echaros pero, por favor, no del gobierno, sino de España.
¡Es la economía estúpidos! Por más que les pese y no quieran entender por que no les convenga hacerlo, estas elecciones las va a decidir el hambre al que este gobierno ha condenado a más de la mitad de España y el voto unánime de quien se sabe protegido por la gestión a favor del ciudadano, tanto en sanidad como económicamente..
¡Es la economía estúpidos! Y, si el viento no cambia, Madrid será donde empiece a cavarse la tumba del bocazas y el mentiroso.
Pues eso