30 segundos pasando de Sánchez… Y de España

Me alegré, confieso que me alegré al ver como Biden pasaba de Pedro Sánchez en la reunión de la OTAN. Pensé “se lo merece este rey del postureo engreído”, pero tan pronto desapareció este sentimiento me inundo la desolación.

Lamentablemente Sánchez es el presidente de España y como tal acude a estas reuniones, pero quien se la juega ahí no es el incompetente socialista sino nosotros, todo un país.

A Sánchez, por mi parte, le pueden dar morcilla, pero España se juega mucho en los foros internacionales y si en estos nuestra presencia es ninguneada y obviada el problema es gordo, muy gordo.

No suponer lo más mínimo en el escenario mundial nos saca de las decisiones clave o por lo menos no se cuenta con nuestra opinión ni voto y eso nos coloca en la posición de tener que aceptar lo que nos den en vez de poder negociar lo justo para nuestro país.

Y es que hemos pasado del todo a la nada. Nos podía gustar o no, pero recordemos que en época de Aznar España llego a ser un socio visible de EE. UU. y una opinión fiable en la Unión Europea. Con la llegada del innombrable ZP, España se quedo dormida en aquella imagen de un presidente pelele dormido y babeando en los sillones de la cumbre de la OTAN del 2008 mientras los presidentes del resto de países hablaban a cierta distancia, quizás para no despertarle.

España queda tocada en sus relaciones exteriores cada vez que los socialistas toman el mando del país. A mí personalmente se me hacen interminables los 30 segundos de marcha en los que un suplicante Sánchez trata de ganar la atención de un Biden que hoy aún se preguntará ¿Quién era aquel pesado que le acoso en los pasillos de la reunión de la OTAN?

No nos extrañemos pues que Biden no haya llamado aún a Sánchez tras su toma de posesión o que haya elegido al Moro antes que a España para sus “cosas” en el norte de África, le somos irrelevantes.

Pero es que los socialistas llevan un histórico meteórico, entre ZP y Sánchez, de desplantes a EE. UU. que llama la atención. Recordemos sino a ZP sentado al paso de la bandera de Estados Unidos en aquel desfile o la retirada de nuestras tropas de Irak de forma unilateral y vergonzosa. Por su parte Sánchez no ha dejado pasar oportunidades de dejar claro su posicionamiento comprensivo hacia Maduro de la mano de su socio de gobierno Podemos. Recordemos el asunto Delcy Rodríguez, el viaje sorpresa de Borrell a Caracas, o el apadrinamiento del dictador venezolano por vía de su padrino ZP…etc.

El mundo desde hace tiempo se rige por criterios geopolíticos, es decir que todo lo que haces en tu país, o con tu país, tiene un efecto mariposa, es decir consecuencias en la zona y reacciones de otros países. Todo el mundo busca la estabilidad de las regiones, en especial occidente, y en esa búsqueda no hay espacio para quien genere dudas, máxime si esas dudas provienen de un aliado estratégico.

Como se suele decir “la confianza se tarda tiempo en lograr, pero perderla es cuestión de segundos” y eso es lo que está logrando Sánchez y su absolutamente torpe ministra de Asuntos Exteriores, de la que nadie sabe aún a que asuntos se dedica y en que exteriores los practica. Un sueldo más tirado a la basura y una incompetente más al mando.

Esta vez no ha habido aplausos de sus ministros a la vuelta de la reunión de la OTAN, gracias a Dios, ni los pelotas de turno fueron capaces de aplaudir la humillación a la que sometió Biden al tonto útil de Sánchez.

Treinta segundos de ignorancia para la ignominia a España. No se lo tengo en cuenta a Biden, al fin y al cabo, no hizo sino lo que haríamos la mayoría de los españoles, pero si se lo tengo a Sánchez porque pasear el nombre y los intereses de nuestro país buscando tan solo la foto es vomitivo, y eso es lo que hace este tipo.

De alguna forma el visir Redondo ha convencido a este “califilla” de que lo importante es la foto y eso no es así.

¡Hágase fotos presidente!, incluso si ese es su gusto hágaselas en pelotas y regáleselas a su doña o cuélguelas en las estancias privadas de la Moncloa, pero en lo tocante a política internacional trabaje, si es que sabe, y si no apártese y deje a quien busque con interés y dedicación el mejor futuro para este país y no el suyo propio.

Que España no necesita este presidente está claro, que en 30 segundos nos lo dejó nítido Biden esta claro, pero España no puede no debe, consentir que en esos 30 segundos se pase de nosotros mientras pasa de nuestro impresentable.  

España esta débil, sepa usted lector que durante estos años de gobierno sanchista: España ha caído 5 puestos entre los países más ricos del mundo; Cuatro puestos en el ranking de ingresos por turismo; Ha caído hasta el puesto 19 en cuanto a países innovadores; Se ha situado a la cola de los grandes de Europa en el índice Global de Jubilación; España está sufriendo la peor recesión del mundo después de la de Argentina según la OCDE y finalmente España cayó seis posiciones en el índice de democracias del mundo.

Mientras este país se va al carajo Sánchez pasea su ego 30 segundos en un pasillo con un Biden que no sabía como quitarse de en medio a semejante botarate. Pero daba lo mismo Sánchez ya tenía otra foto para el álbum

¿Saben una cosa? Casi prefiero la foto gore de Zapatero y sus niñas góticas en la Casa Blanca con Obama… Así están las cosas Pues eso

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