Todo fue un invento. La agresión homófoba de Madrid no fue tal. Pero mientras se investigaba, los excesos de los progres que encarnan la izquierda más casposa de este país repartían a diestro y siniestro acusaciones de machismo, homofobia, déficits democráticos y fascismo a todo aquel que pedía tiempo para investigar y no precipitar acusaciones.
Recordemos que la Policía buscaba a ocho encapuchados que supuestamente este pasado fin de semana agredían de forma brutal a un chico de 20 años en el portal de su casa. Los agresores, según relató la víctima le cortaron el labio, le tiraron al suelo y le bajaron los pantalones y con un cuchillo le marcaron también en el glúteo la palabra ‘maricón’.
Supuestamente ocurrió el domingo pasado, sobre las 17 horas cuando el joven iba a entrar a su casa, aunque la supuesta agresión no trascendió hasta el lunes.
Al conocer la agresión al joven, la ministra Montero corrió presta a declarar: «No podemos tolerar como sociedad que te asesinen al grito de «maricón» o que te metan en un portal para pegarte una paliza por tu orientación sexual. No permitamos los discursos LGTBIfóbicos y en contra los derechos de las mujeres”.
En fin, la precipitación podemita de siempre que sin pruebas acusa y se adelanta a lanzar cualquier investigación policial con tal de hacer estallar la bronca y como siempre se permitieron la frivolidad de acusar a otros buscando la oportunidad política
Pero todo era mentira.
Era una absurda y total mentira. Y es que según la policía informó el pasado miércoles, no hubo tal agresión homófoba aquella tarde en Malasaña. La Policía tras realizar su labor de investigación y tomando distancia de los comentarios de políticos en busca de notoriedad, confirmó que la supuesta agresión cometida por ocho encapuchados fue en realidad un acto consentido.
El joven de 20 años y de nacionalidad española que denunció a la Policía la agresión, no había sido asaltado en su portal por ocho individuos encapuchados. Las heridas sufridas, tiene marcada la palabra «maricón» una nalga con un objeto punzante, se las hizo su pareja.
Y es que resulta que este imbécil de turno. El famoso “marcado” en el culo jamás recibió ataque alguno en Madrid, pero eso si fue motivo suficiente para que sin esperar el resultado de la investigación policial se desatara una oleada de críticas y manifestaciones progresistas.
Como no, también se convocó la recurrida manifestación en Madrid para el miércoles pasado bajo el lema “Nos están matando. Concentración ante la ola de agresiones a personas LGTBI”, justo el mismo miércoles en que el tarado de la marca en el culo confesaba su culpa diciendo que mintió para conservar a su nueva pareja.
Hasta Sánchez, condenaba en su cuenta de Twitter el “ataque homófobo” y convocaba de urgencia este viernes a la Comisión contra los delitos de odio. Y como no, Marlaska clamaba contra la homofobia y llamaba la atención sobre la sucesión de casos registrados en los últimos meses y la peligrosidad de los discursos homófobos
Terrible, es terrible descubrir cada día por quien estamos gobernados, pero más terrible es comprender lo fácil que les resulta crear un estado de ánimo de odio o de batalla política con que tan solo un memo en este país diga una mentira.
Flaco favor le ha hecho al colectivo LGTBI con esta farsa. Pero no es el único. Hace tres años un tal Jamie Shupe aparecía en medios de comunicación de todo el mundo al convertirse gracias a los tribunales en la primera persona reconocida legalmente en EE. UU. como de “género no binario”. “No soy un hombre. No soy una mujer (…) Soy una mezcla de los dos. Me considero como un tercer sexo”, afirmaba el personaje.
Su caso fue utilizado como reclamo por los grupos LGTBI, que lograron que en varios estados se reconociera este “género no binario” como legal para determinados documentos oficiales.
Pero Shupe al cabo del tiempo, pidió oficialmente ser considerado de nuevo varón, su sexo biológico, disculpándose y argumentando que “todo fue una farsa”. Otra mentira rentable.
La discriminación por razón de orientación sexual o la identidad de género nunca puede justificarse, por ningún motivo. Los derechos humanos son universales. Creo firmemente que los seres humanos tienen los mismos derechos, sin importar su sexo o tendencia sexual.
Pero no es este el caso. Mi queja no va contra los derechos de los LGTBI, al contrario creo que han de ser tenidos en cuenta y respetados como los de cualquier otro ciudadano. Pero confieso que aborrezco el oportunismo facilón e indocumentado de todos los que sin esperar a probar sus acusaciones se lanzan a repartir a diestro y siniestro sin miramiento.
El continuo exceso y la sobre reacción, que especialmente los sectores progres de la sociedad española tienen, cada vez que algo roza mínimamente la sospecha sobre el tema me preocupa y mucho.
Lo ocurrido con el “tonto del culo” es una anécdota si, una estupidez, pero importante. Este caso ha dejado al descubierto el continuo oportunismo político de esta izquierda zafia y chaquetera que hace de cualquier mínima cosa una bandera, aunque esa cosa sea mentira o quizás mejor, gusta de hacer de una mentira bandera.
Pero permítame lector que abra un espacio aclaratorio de lo ocurrido para traer en este punto del post el comentario al respecto de ese engendro cultureta que es el tal Jorge Javier, si el de Tele 5.
Según el personajillo “Para mí llegar a Madrid era llegar a una ciudad donde imperaba la libertad, donde podía ser feliz y donde dar rienda suelta a mis sentimientos. Os quiero confesar algo, y lo digo de corazón: ese Madrid ya no existe”. Disparo directo a Ayuso por echarle una manita al PSOE, otra mentira interesada mas. A ver si hay suerte y se vuelve a Cataluña, ese paraíso de ataques a policías y a españoles y cocteles molotov.
Sinceramente, espero que le caiga “la mundial” al imbécil marcado en las nalgas. Pero casi, si me lo permiten, estoy por darle las gracias por dejar en pelotas a tanto “listo” de la izquierda en su defensa de un “tonto del culo” así de frágil es la superioridad moral y ética de los llamados progres.
Pues eso