El 6 de febrero, en general, parece un día trágico seleccionado adrede en la historia criminal de la banda terrorista ETA. En diferentes 6 de febrero ETA acumuló un total de diez víctimas mortales en cinco atentados diferentes: tiros en la nuca, ametrallamiento, secuestro y posterior asesinato, coche-bomba… diferentes formas de aplicar la muerte a traición, diferentes años, pero en un 6 de febrero.
Los alimañas de la banda vasca aplicaban diferentes modus operandi, pero de igual resultado: familias destrozadas, proyectos truncados, más huérfanos, más viudas…
Un 6 de febrero de 1979 fue asesinado a tiros José Antonio Vivó Undabarrena. Un 6 de febrero de 1981 apareció cerca de Galdácano el cadáver de José María Ryan Estrada, secuestrado ocho días antes en Bilbao. Un 6 de febrero de 1986 son ametrallados en Madrid Manuel Trigo Muñoz y Cristóbal Colón de Carvajal y Maroto. Un 6 de febrero de 1992 la explosión de un coche bomba en la plaza de la Cruz Verde de Madrid destroza una furgoneta militar y provoca la muerte de Antonio Ricote Castilla, Francisco Carrillo Pérez, Juan Antonio Núñez Sánchez, Ramón Carlos Navia Refojo y Emilio Domingo Tejedor Fuentes. Por último, un 6 de febrero de 1996 es asesinado de un tiro en la nuca en San Sebastián Fernando Múgica Herzog.
Nada especialmente destacable se conmemora en esta fecha, salvo que los asesinos etarras celebraran, sabe Dios porque, San Brinolfo, San Vedasto o Santa Renula, pero no creo. Más bien parece una macabra coincidencia en la que los miserables celebraron una kermesse de muerte y sangre en nombre de un ideario canalla y despreciable.
Desde que la banda asesina ETA matara a tiros el 7 de junio de 1968 al guardia civil José Antonio Pardines Arcay en Villabona (Guipúzcoa) han pasado ya más de 50 años, 3.500 atentados, 864 muertos y 7.000 víctimas.
El martes pasado Otegui quiso solucionar este basto curriculum asesino con un “lo siento” que enseguida sus palmeros asociados, esos de la extrema izquierda progre, dieron por buenos, mientras la gente de bien exigía más, mucho más, muchísimo más y durante mucho más tiempo, hasta la eternidad si es necesario, nunca será suficiente.
Pero menos de 24 horas le costó a Otegui quitarse la careta y desvelar la verdadera razón de su plañido del día anterior. Otegui en una frase dejó claro que dirá lo que sea con tal de sacar a los 200 asesinos encerrados en las cárceles por su repugnante carrera terrorista. Y es que los asesinos no se arrepienten de lo hecho, al contrario, se ríen de quienes así lo exigen.
Lo peor es que aquellos que dependen de sus votos, los votos de los cachorros de los terroristas, les blanquean diciendo que es un paso adelante. Puede que lo sea, pero es absolutamente insuficiente y sobre todo no merece loa alguna. Los asesinos no han pedido perdón y las víctimas no olvidan, y les comprendo.
La serpiente etarra parece vencida y los demócratas nos congratulamos de ello, pero declaraciones como las de Otegui dejan en el limbo las intenciones reales de los proetarras: “Tenemos a 200 presos en la cárcel y si para sacarlos hay que votar a favor de los Presupuestos, pues votamos. Así de alto y de claro os lo digo”. Con estas palabras Otegui descerrajaba un tiro dialéctico a sus declaraciones del día anterior y dejaba con el culo al aire una vez más al gobierno de Sánchez que tanto le necesita.
Tan solo unas horas duró su mascarada de lobo disfrazado de oveja. Después de su declaración de buenísmo forzado y rastrero desde el Palacio de Aiete, Otegi reconoció ante sus militantes de la izquierda abertzale que los presos, no otra cosa, están en el “frontispicio” de su estrategia y necesitan que el Gobierno de Pedro Sánchez continúe “cuatro años más en el poder”.
Nada nuevo, es verdad, pero el descaro ofende y la evidencia humilla y deja en pelotas a un gobierno que va a aprobar sus presupuestos de la mano de estos gestores de la muerte sobre los que pesan aun 377 asesinatos sin resolver.
Pero si malo es eso, aún es peor saber que para intentar aclarar estos asesinatos pendientes y las razones de la falta de un autor material, el Parlamento Europeo enviará en noviembre de este año una misión de investigación a España, después de que la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, presidida por la popular Dolors Montserrat, aprobara esta misión.
Dice Marlaska que la policía y la guardia civil siguen investigando, y no lo dudo, pero ¿a qué ritmo? A cuantos está dispuesto a coger y encerrar este gobierno en su actual posición. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no dudo que buscaran y lucharan por encontrarles, son lo único decente de esta historia, pero ¿con el freno puesto?
Sánchez vive un sueño de gobierno que nos sale muy caro a los españoles. Todos los gobiernos nos defraudan de una u otra manera y no todos cumplen con lo que prometen, pero este gobierno de Sánchez es el de la infamia.
Su constante mentir, sus formas antipolíticas, su predicar con el engaño y esa constante dependencia de un líder endiosado y entregado a las formas más que al fondo, ya empieza a cansarnos en exceso a los ciudadanos
Este gobierno o no se da cuenta o no quiere hacerlo pero los Bildu no es que se consideren herederos de ETA sino que en privado se consideran la misma ETA y Otegui es el que los vincula con ese pasado
Pero eso es otra historia. Toca hablar de infamia si, de como un gobierno blanquea a quien asesinó en el pasado, incluso a los suyos, y que hoy por obra y gracia de un tipo que le ha cogido gusto a vivir en la cúspide del poder, pacta con quienes empuñaron las pistolas y asesinaron de un tiro en la nuca.
Asco y vergüenza
Pues eso