
En la propia definición de la SAREB radica su realidad. La SAREB, más conocida como el banco malo, es el acrónimo de Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria. Este organismo, creado en 2012, tiene como función comprar los inmuebles propiedad de los bancos a un precio menor
Es decir, el objetivo de SAREB es generar los máximos ingresos con la venta de sus activos para cancelar el mayor importe posible de su deuda, que se encuentra avalada por el Estado, y, de ese modo, reducir el impacto en los contribuyentes.
No olvidemos el contenido de estas afirmaciones, el objetivo es hacer dinero para los bancos, en ningún caso se forjó esta sociedad para contribuir al plan de vivienda de ningún gobierno.
Esto que parece ser baladí, no lo es tanto. La mayoría de esos pisos se construyeron al calor de la burbuja inmobiliaria en España que comenzó en 2001 y duró hasta 2007 cuando la vivienda alcanzó su pico de precios, lo que hizo estallar la crisis inmobiliaria española provocando una crisis económica, social e institucional en España.
Es decir, muchos de estos pisos se construyeron sin planificación, sin atención al detalle, con unas calidades cuestionables y sobre todo situándolos allá donde se juntaron un grupo de electricistas, fontaneros y albañiles locales para abrir una constructora que duró lo que un kilo de pasteles en la puerta de un colegio.
La mayoría de estas constructoras nacidas al calor de la famosa burbuja, tan solo querían ganar dinero construyendo allá donde fuera, pero el paso del tiempo las colocó en un nivel de ruina equidistante con su deseo de especulación.
Hoy, por arte de las elecciones municipales y autonómicas, viene el ínclito Sánchez y nos trata de vender un plan de vivienda que como el PP denomina es un plan recalentado.

Un plan que ha presentado varias veces, pero con la novedad de que ahora lo ha presentado tirando de las viviendas del SAREB. Es decir, que quiere matar dos pájaros de un tiro, de un lado tratando de colocar viviendas a los jóvenes, aunque sea en zonas de escaso interés inmobiliario, pero a la vez dándoselas de gran visionario en materia de vivienda, menudo cara dura.
Pero vayamos por partes, lo que Sánchez ha lanzado al aire no implica la aprobación de ningún programa concreto, sino que larga a las autonomías la responsabilidad de deshacerse de ese enorme stock inmobiliario del ‘banco malo’ a través de acuerdos de compraventa con la sociedad.
Esta pesadilla de presidente tan solo lo que ha hecho es sacar a la luz un informe en el que la SAREB mostraba su plan para dar salida a sus inmuebles con el objetivo de “vestir” a la entidad de una imagen de «finalidad social con el objetivo de recuperar el valor económico de sus activos y procurar el menor coste para el contribuyente», eso explicaba la Moncloa en un comunicado.
En román paladín, quieren vendernos que se preocupan por los ciudadanos, pero en realidad quieren recuperar la pasta que mal pagaron a los bancos a costa de largar bodrios a los ciudadanos más desfavorecidos. Genial.

La realidad es que más de la mitad de las viviendas del SAREB requieren el hacerles obras que las haga habitables, otras incluso están sin paredes, muchas de ellas están llenas de okupas. En sitios como en Madrid, esas viviendas no llegan a representar más del 0,08 de las viviendas de Madrid, lo que deja claro que apenas tendrá efecto en los llamados mercados tensionados.
Y es que tan solo menos del 10% de las viviendas a la venta en la web de SAREB está en zonas tensionadas o de alta demanda. Y según leo, el análisis de la oferta de inmuebles de la SAREB realizado por Idealista deja claro que el impacto de la puesta en el mercado de las viviendas de este ‘banco malo’ apenas tendrá influencia en la oferta de alquiler y en los precios.
Eso sí, al gobierno se le llena la boca de autobombo anunciando que su plan pone 50.000 viviendas de este organismo para alquiler social y sostenible.
Miento, las ha subido hasta las cien mil en menos de 24 horas. Y puestos así, me pregunto por qué no dice que pone 200.000 o medio millón, si nadie las va a contar y puestos a mentir…Qué más da.
En fin, me da que a la luz de donde están localizadas las famosas viviendas del SAREB (80% en pequeñas ciudades y pueblos) lo que en realidad ha querido hacer el gobierno es un “plan de migración de la gente joven a la Estaña vaciada”, pero le ha salido un mal plan de vivienda.
Y es que si el SAREB era el banco malo, la solución de Sánchez es todavía peor
Pero mucho me temo que más de uno en este gobierno va a tener que meterse el famoso plan por salva sea la parte y es que ni el teletrabajo va a justificar que un chico joven se vaya a trabajar a más de 150km de su ciudad o su trabajo.
Mal vamos, pero menos mal que, con un poco de suerte, a esta pantomima le queda poco.
Pues eso
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